Nadie esperaba que tuviéramos otro álbum de The Hives tan pronto, pero nuestros trajeados favoritos están decididos a recuperar el tiempo perdido tras más de una década de sequía creativa. al estupendo The Death Of Randy Fitzsimmons, ahora le sigue The Hives Forever Forever The Hives. Hablamos con su cantante Pelle Almqvist para averiguar por qué, 30 años después de formarse, ahora son más grandes que nunca.

Aunque estemos a mediados de junio y el termómetro marque más de 30 grados, el compromiso de Pelle Almqvist con su imagen es tan inquebrantable que no se desprende de su chaqueta negra, manteniendo el tono bicolor corporativo de su grupo. Todavía quedan un par de meses para que su nuevo trabajo esté en la calle, pero el carismático frontman de The Hives se encuentra en Madrid para llevar a cabo dos jornadas promocionales con los medios a fin de presentar The Hives Forever Forever The Hives (PIAS), el séptimo disco de los suecos que verá la luz el 29 de agosto.

A pesar de manifestar claros síntomas de fatiga tras un día entero visitando radios y atendiendo a otros compañeros de la prensa, Pelle se muestra cercano en todo momento y con ganas de hablar. Sin ir más lejos, antes de entrar en la sala del hotel donde llevaremos a cabo la entrevista, recordamos su visita al Azkena Rock Festival de 2010, una de tantas que han realizado en España a lo largo de más de dos décadas. «Tocamos en el mismo escenario que Bob Dylan y Chris Isaak. Nunca había visto a Dylan en directo y me encantó. Empezó con ‘Rainy Day Women #12 & 35‘, una canción que no suele tocar a menudo, y la interpretó igual que en el disco. Siempre había escuchado historias sobre que sus conciertos suelen decepcionar a todo el mundo, pero ese día estuvo muy bien», me cuenta entusiasmado.

Desde luego, quienes siempre suelen dejar con buen sabor de boca a la audiencia son Nicholaus Arson (guitarra), Vigilante Carlstroem (guitarra), Chris Dangerous (batería), The Johan And Only (bajo) y el propio Pelle. Constantemente en la carretera, The Hives se han granjeado la fama de ser una de las bandas más fiables y divertidas del mundo para ver en directo. Algo que han sabido mantener hasta nuestros días. No es vano, el próximo 1 de noviembre en Barcelona (Sant Jordi Club) y al día siguiente en Madrid (Palacio de los Deportes) llevarán a cabo sus conciertos más multitudinarios en nuestro país como cabezas de cartel. Y es que por mucho tiempo que haya pasado desde el bombazo que supuso su segundo largo Vini, Vidi Vicious en el año 2000, el quinteto de Fagersta sigue siendo un valor seguro a la hora de pasar un buen rato y evadirse de los problemas del día a día.

Con The Death Of Randy Fitzsimmons tardasteis once años en publicar un nuevo disco. En cambio, ahora solo hemos tenido que esperar dos para The Hives Forever Forever The Hives. Igual que con el anterior nunca habíais dejado pasar tanto tiempo, ahora resulta que nunca habíais tardado tan poco entre un álbum y otro. ¿Qué ha pasado? ¿Habéis recuperado la chispa a la hora de componer?
PELLE ALMQVIST “En realidad ambas cosas van de la mano. Teníamos escrita la mitad de este nuevo disco antes de publicar The Death Of Randy Fitzsimmons. De modo que había material para seguir trabajando. En cierto sentido, estos álbumes son hermanos, están conectados. Nunca hemos querido que transcurrieran más de cuatro años entre un disco y otro, y como había pasado tanto tiempo desde Lex Hives, teníamos canciones suficientes para grabar dos. Aún así, no quisimos desvelar nada sobre The Hives Forever Forever The Hives cuando sacamos el anterior. Preferimos que la gente se centrase en escuchar uno antes de pasar al siguiente”.

Comprendo. No queréis ser como King Gizzard & The Lizard Wizard.
(Risas) Mola mucho lo que hacen esos chicos, pero soy incapaz de seguirles la pista. Está bien porque es algo muy extremo. Cada vez que van al baño salen con dos discos (risas)”.

¿Puede que la muerte de Randy Fitzsimmons haya tenido algo que ver en todo esto? Él era ese personaje misterioso que componía todas vuestras canciones. Ahora que ya no está, ¿no tenéis excusas y os toca a vosotros poneros a trabajar?
“Es raro que él hiciera que todo pareciera tan fácil, ¿verdad? (risas). En realidad este señor era una persona que no quería ser famosa, cosa que es muy rara en estos tiempos. La gente pensaba que no existía, como si fuese Santa Claus. Él quería trabajar con nosotros, pero no le gustaba mostrar su cara. Lo cuál es algo muy inusual en una era en la que todo el mundo busca sus 15 minutos de fama. Siempre trabajamos con él, pero no le interesaba convertirse en un personaje público”.

Con quién sí habéis colaborado en este trabajo es con Mike D de Beastie Boys. ¿Cómo surgió la oportunidad? ¿Os conocíais previamente?
“Somos fans de los Beastie Boys de toda la vida. Recuerdo que en el colegio Nicholas y yo intentábamos aprender sus canciones. Cuando empezamos con el grupo fue en la época en la que publicaron Ill Communication. Ya sabes que ‘Sabotage’ se convirtió en su mayor éxito. El caso es que el punk rock que se hacía en aquel momento nos parecía demasiado pulido y limpio. Toda la oleada de bandas californianas nos sonaban demasiado perfectas. Lo raro de ‘Sabotage’ es que no estaba pensada para ser un hit. Solo tenía un acorde y sonaba más punk que la mayoría de discos de su estilo en aquel momento. Y al mismo tiempo, era una canción de hip hop. Si eres capaz de combinar todos esos elementos, entonces eres un puto genio (risas). Nadie había hecho algo así hasta ese instante. Siempre pensamos que los discos de los Beastie Boys sonaban increíbles. De repente podían sonar perfectos y al rato siguiente ser la banda mas cruda del mundo. Tenían mucha variedad. Con The Hives siempre hemos intentado conseguir algo parecido, así que cuando estuvimos grabando pensamos en que deberíamos llamar a Mike y ver si quería hacer algo de música con nosotros. Giramos con ellos en 2004 en Australia por lo que nos conocíamos un poco. No los consideramos amigos porque para nosotros eran héroes. Le preguntamos si le apetecía y dijo que sí”.

¿En que canciones colaboró?
“Estuvo involucrado en ‘Paint The Picture’, ‘O.C.D.O.D.’, ‘Born A Rebel’ y terminé ‘The Hives Forever Forever The Hives’ en su casa. También hay otro tema que hicimos con él, pero no entró en el disco”.

Ahora que la mencionas, ‘O.C.D.O.D.’ recuerda a las canciones de hardcore que solían hacer, como ‘Heart Attack Man’ o ‘Tough Guy’.
“Exacto. Teníamos esta canción que sonaba un poco como a música de videos de skateboard en VHS (risas). Cuando Mike llegó al estudio de grabación en Estocolmo le explicamos que teníamos un tema de hardcore y le preguntamos como lo habrían hecho los Beastie Boys. Y nos supo explicar perfectamente como ejecutarla. De hecho, él canta una línea y suena como si fuese hardcore salido de 1981 (risas). Además de ser una de mis bandas favoritas de hip hop de todos los tiempos, también son una de mis bandas favoritas de hardcore de todos los tiempos. Mi lista es: Número uno, Bad Brains. Número dos, Bad Brains,. Número tres, Bad Brains. Número cuatro, Beastie Boys (risas). Pero eso es solo porque tienen muy pocas canciones de ese tipo. ¿Cuántas tendrán? ¿3 o 4? Pero son mejores que las de la mayoría. Puede que mucha gente se enfade conmigo, pero en mi opinión las canciones de hardcore de los Beastie Boys son mejores que las de Minor Threat”.

De todas formas, vosotros siempre habéis hecho rock and roll de toda la vida. Quiero decir, no debería ser tan complicado grabar un disco de género. A veces pienso en bandas como Guns N’ Roses o Social Distortion y me pregunto cómo pueden tardar tanto en terminar un álbum. Solo son tres o cuatro acordes.
“Ya, ¿pero sabes lo complicado que es hacer eso realmente bien? El hecho de que apenas sean un par de acordes eleva el nivel de dificultad. No al revés. Si eres Rush o Dream Theater y tus canciones tienen cientos de partes, ¿a quién le va a importar que tengan doce acordes? Pero si solo vas a tocar dos durante toda la canción, más te vale hacerlo bien (risas). Por eso es difícil. Los Ramones eran los mejores en eso. Grabaron cientos de discos con los mismos acordes y todos eran buenos. Nosotros siempre intentamos hacer algo diferente, aunque no con los mismos acordes (risas). Somos bastante peculiares a la hora de no repetirnos. Por ejemplo, los temas de country o blues suelen tener la misma progresión de acordes. Pero nosotros no usamos lo mismos. Queremos sentir que estamos haciendo algo distinto, aunque en realidad no sea así. Puede que en nuestras letras siempre colemos trucos como gritar “yeah, yeah, yeah”, pero queremos que tengan más contenido. Queremos hacer rock and roll sin tener que recurrir a los clichés más obvios. Puede que incluso eso sea un cliché, pero funciona. Lo más importante de todo es que se sienta y suene como rock and roll”.

A pesar de ese impass que comentábamos entre un lanzamiento y otro, nunca habéis parado de tocar. Por aquí os hemos podido ver prácticamente cada año en festivales e incluso en fiestas locales. Venís tanto que es casi imposible que alguien no os haya visto, incluso sin querer. ¿No tenéis miedo de acabar quemando al público?
“No, porque somos The Hives. La gente nunca se cansa de nosotros (risas). No es que estemos tocando en todos lados todo el tiempo. Es verdad que hemos tocado muchísimo en España, pero la gente sigue viniendo a los conciertos”.

¿Y por que crees que eso continua ocurriendo?
“Porque somos muy buenos haciendo lo nuestro (risas)”.

Ya, pero incluso siendo los mejores, si cada año ves al mismo grupo tocando las mismas canciones y dando los mismos conciertos, puede que llegue un momento en el que la gente lo de casi por hecho y acaben perdiendo el interés.
“Bueno, pero no siempre tocamos las mismas canciones. Ahora tenemos temas nuevos. Tampoco cuento los mismos chistes porque siempre improviso lo que digo en los conciertos. Todas las noches es distinto. He visto El Bueno, El Feo Y El Malo cientos de veces y todavía me gusta (risas)”.

En cualquier caso, ahora mismo vuestros conciertos son más grandes que nunca. En octubre tocaréis en pabellones por primera vez en España.
“Al final tuvimos que decirles que sí a los promotores (risas). En realidad, siempre nos hemos sentido cómodos con que nuestros shows sean para 2.000 o 5.000 personas. Creo que es el aforo adecuado para un concierto de rock. Pero supongo que ha llegado el momento de pasar al siguiente nivel”.

¿Cómo explicas que la banda siga creciendo 30 años después de empezar? Lo normal a estas alturas es que ya hubierais alcanzado vuestro tope en cuanto a público.
“Sí, y luego vendría el bajón. Ciertamente, siempre hemos tenido ese temor porque conocemos muchos grupos a los que les ha ocurrido. Por mucho que sigan de gira, su público va envejeciendo y cada vez tienen menos energía. Llega un punto donde todo eso colapsa y ya no es interesante ni para la banda ni para los fans, de modo que no pueden seguir funcionando. Siempre hemos intentado recrutar fans jóvenes.  Cuando llevas 20 años girando la gente empieza a traer a sus hijos a los conciertos (risas). Es como cuando la gente va a ver a Iron Maiden o a Bruce Springsteen. Es un evento familiar”.

Foto: Dean Bradshaw

«Cualquier persona puede escribir un temazo, pero no todo el mundo puede ser el mejor frontman del mundo como James Brown, Mick Jagger… o yo mismo» PELLE ALMQVIST

Hablando de atraer a nuevos seguidores, en este tiempo habéis abierto en estadios para Arctic Monkeys y Green Day. Hay veces que ves a bandas teloneando a otras mucho más grandes y da la sensación de que no acaban de entender cuál es su papel cuando el público no ha ido a verles específicamente a ellos. Muchos salen y dan un concierto como si estuvieran en una sala pequeña. En cambio, a vosotros parece que se os da bien torear este tipo de situaciones. ¿Con qué mentalidad sales al escenario cuando tienes que robar el show de otros?
“Creo que es divertido. Es un nivel de dificultad mayor, pero si tomas siempre el camino más fácil, tampoco vas a crecer mucho. Tienes que tocar delante de un público al que no le intereses o que ni siquiera te conoce, porque así es como aprendes a mejorar. Hemos visto a muchos grupos que solo se dedican a tocar para sus fans porque así es como se sienten cómodos, pero están constantemente girando por los mismo lugares y cada vez va menos gente a verles. Nosotros queremos dar nuestra vida en cada concierto para llevarnos a los fans de Green Day o Arctic Monkeys a nuestro terreno. Puede que la próxima vez que pasemos por su ciudad le hablen a algún amigo sobre nosotros y se animen a venir al concierto. Nos encanta cada vez que vamos a un nuevo país donde nunca hemos estado o tocamos antes de un grupo que no practica exactamente el mismo estilo de música que nosotros. Una vez giramos con Maroon 5 y su público nos tenía miedo (risas). Había un montón de madres con sus hijas. Recuerdo una vez que estaba caminando por el escenario y escuché a una chica comentarle a su amiga: ¿Viste eso? ¡Ha sido terrorífico! (risas). Es divertido ver como un simple concierto de rock and roll puede llegar a asustar a la gente”.

Bueno, a mi no me dais miedo sino que además he podido veros muchas veces a lo largo de los años y siempre me divierte mucho tu manera de interactuar y conectar con la audiencia. Aún así, me gustaría saber cómo lo gestionas cuando has tenido un mal día, estás triste o de mal humor y te toca salir delante de miles de personas y hacer que pasen un buen rato.
“Cuando estoy en el escenario interpreto a una persona muy egocéntrica, pero sé que no soy la más importante en la sala. Estando en un concierto donde 2.000 personas han comprado una entrada para ver a The Hives, me siento la persona menos importante del mundo”.

¿Por qué?
“Porque solo tengo que hacer lo que sé hacer. Por muy mal que pueda estar una noche, me sentiría peor sabiendo que no he hecho bien mi trabajo. Creo que siempre hemos tenido la mentalidad de ir a por todas pase lo que pase. Puede que algún día le haya pedido a los chicos que se esfuercen un poco más por mi (risas). Pero lo más importante para todos en el grupo es que estamos comprometidos en que cada concierto sea bueno y que todo el mundo salga contento. Si no fuera así, sería horrible”.

No sé si de algún modo, cuando os ponéis los trajes, os sentís como súper héroes durante la hora que estáis ahí arriba. Me refiero a que no importan los problemas que podáis tener. Solo hay una misión.
“Para nosotros los trajes son como pinturas de guerra. En realidad, siento que soy la misma persona dentro y fuera del escenario. De hecho, siento que soy más yo cuando estoy cantando que cuando estoy caminando por la ciudad y tomando un café. Es como si otra persona tuviera que lidiar con cada pulgada de mi personalidad. El resto del tiempo que no paso en el escenario intento mantenerme tranquilo (risas)”.

Te preguntaba el tema de los súper héroes porque cuando sale a debate el asunto sobre si el rock and roll está muriendo, hay quien argumenta que las bandas de los 70 o los 80 parecían personajes salidos de un cómic y eso atraía a la gente. Kiss eran el ejemplo más claro de esto y en la actualidad tenemos a Ghost. ¿Dirías que desde los 90 con el grunge el rock se volvió más serio y perdió parte de ese elemento de fantasía que tenía antaño?
“Diría que en su momento también lo vimos así. Tampoco creo que el grunge hiciera que el rock and roll molara menos porque salió muchísima música fantástica durante aquellos años, pero esa obsesión con ser normal lo cambió todo. Cuando éramos pequeños e íbamos a los conciertos de punk rock era genial ver que el público y los grupos eran la misma cosa. Pero nosotros queríamos ser como súper héroes, así que de algún modo hemos intentado combinar eso con la actitud punk. Nos gustan las dos cosas. La narrativa del rock and roll y el punk siempre han sido importantes para nosotros. Cuando íbamos a nuestros primeros conciertos, nos emocionaba la música, pero también el hecho de que algunas bandas fueran americanas y que pudiéramos hablar con ellas. U oíamos hablar de algún grupo que era la bomba en directo porque no paraban de saltar y hacer el loco. Para nosotros todo eso es tan importante como la propia música. Hay quién dice que una buena canción es buena canción, y es verdad, pero hay algo que hace que James Brown o David Lee Roth molen mucho más que quién sea que toque en los Eagles (risas). Quiero decir, seguro que sus canciones son buenísimas, pero ¿a quién le importa?. Cualquier persona puede escribir un temazo, pero no todo el mundo puede ser el mejor frontman del mundo como James Brown, Mick Jagger… o yo mismo (risas)”.

Por curiosidad, ¿cuántos trajes lleváis en las giras? Porque debéis sudar muchísimo cada noche. La factura de la tintorería debe ser importante.
“Lo creas o no, solo llevamos uno para cada uno. En su día probamos a llevar varios durante la gira, pero los destrozamos todos. Así que da igual (risas)”.

¿Y usáis el mismo todos los días? Al final de la gira aquello debe apestar que no veas.
“Huelen fatal, no te mentiré (risas). A veces después de un tour hacemos nuevos trajes para así tener algo fresco que ponernos en el siguiente. Pero es bastante desesperante. De todas maneras, si te pones un traje completamente nuevo y limpio hace que el concierto sea algo peor porque huele a amoniaco. Así que según van pasando los conciertos la ropa huele peor pero nos sentimos más cómodos (risas). Incluso si te sientes cansado, el olor es tan fuerte que te despierta”. 

¿Alguna vez os habéis encontrado con que no teníais nada que poneros para salir a tocar? Debe ser una pesadilla para una banda como la vuestra.
“¿Conoces a una banda llamada Turbonegro?”.

Por supuesto. Me encantan.
“Un vez dimos un concierto con ellos en Alemania y su equipaje se perdió en el aeropuerto. No tenían la ropa con la que suelen tocar. Así que ese día salieron vestidos de calle. No he visto nada más deprimente en mi vida (risas). Lo arruinó todo. Imagínate a seis tíos de mediana edad, con camisetas y vaqueros tocando esas canciones sobre depravación sexual (risas). Fue tan ridículo que hasta ellos mismos se sintieron avergonzados. He visto a Turbonegro cientos de veces y creo que esa ha sido la única ocasión en la que dieron un mal concierto. Después de aquello decidimos que siempre llevaríamos los trajes nosotros mismos con nuestras propias manos (risas)”.

Para ir acabando: ¿Te ves dentro de otros 20 años encima de un escenario como AC/DC? Porque un concierto de The Hives requiere de mucha energía y, a medida que te vas haciendo mayor, esta suele ir a la baja.
“En el mejor de los escenarios, espero que sea así. Cuando giramos con AC/DC y The Rolling Stones fue cuando de verdad nos dimos cuenta de que queríamos hacer esto para siempre. Conocemos a mucha gente mayor de 70 años y, créeme, AC/DC y los Stones se lo pasan mejor (risas). Yo también quiero seguir divirtiéndome cuando sea viejo. Así que tendréis que aguantarme durante otros 30 años (risas). Siempre que le he preguntado a Mick Jagger, Angus Young o a Iggy Pop cuál es el secreto para continuar después de tantos años, todos me han contestado lo mismo: no dejar nunca de hacerlo. Si paras, has perdido”.

GONZALO PUEBLA