FECHA: 25 DE ABRIL DE 2025
LUGAR: SALA CHANGÓ (MADRID)
PROMOTOR: NOISE ON TOUR

 Aunque nunca he dejado de creer en ellos, hasta hace no mucho parecía que Graveyard estaban caminando al borde de un precipicio. Me explico mejor a continuación.

Tras aquella disolución sin sentido que se produjo en 2016 para volver tan solo cuatro meses después (¿tal vez la separación más absurda en la historia reciente del rock?), en su regreso a los escenarios vimos a un grupo apático, con un Joakim Nilsson especialmente tocado en la voz. Es verdad que la calidad de sus canciones acababa salvando más de una noche en la que iban a medio gas, pero sin duda su situación preocupaba.

Hasta que hace dos años en el Kristonfest vimos su particular resurrección en directo. Los suecos volvieron a brillar en una actuación altamente satisfactoria y confirmarían su buen momento meses más tarde con el estupendo 6, un nuevo álbum que añadír a su notable discografía. Por tanto, había interés en ratificar que su recuperación era real y no un simple espejismo.

Como han acostumbrado siempre que han encabezado sus propias giras por nuestros país, tuvieron el buen ojo de acompañarse por algunas formaciones nacionales. En Valencia los afortunados fueron Laverge, mientras que en Barcelona y Madrid les tocó a The Mothercrow hacer las tareas de precalentamiento. No cabe duda que cumplieron su cometido, pues a la que Karen Asensio y sus chicos pisaron la tarima de La Changó se encargaron de dejar bien claro que para ellos no era un mero trámite.

Foto The Mothercrow: Blanca Gemma Fuerte

Reconozco que, si bien llego disfrutar de sus discos en casa, no me terminan de atrapar del todo. Sin embargo, como todo buena banda de rock, en el escenario es dónde dan lo mejor de sí. Karen se adueñó de todos los focos de atención, pues su presencia no pasó ni mucho menos inadvertida. Todo un derroche de energía además de el vozarrón que lució en ‘Standing My Ground’, ‘(Doin’ It) For The Thrill’ y ‘Danger Rules’. El cuarteto de la ciudad condal viene a ser como nuestros Blues Pills patrios, por buscarles algún parentesco de referencia. Se despidieron con el afiladísimo riff de ‘Lizard Queen’ atronando de lo lindo. Señores promotores, den más oportunidades a las formaciones de aquí porque sin duda lo merecen.

Fieles a su espíritu sobrio y sin grandes adornos. Graveyard salieron dispuestos a disparar sin preguntar con ‘Twice’, a la que siguieron ‘Bird Of Paradise’, ‘Cold Love’ y ‘Please Don’t’. Una entrada con varios de los cortes más duros su cancionero procedentes de Peace. Pero los que conocemos bien la música de los de Gotenburgo sabemos que manejan las dinámicas con suma maestría.

Foto Graveyard: Blanca Gemma Fuerte

Por eso, cuando bajan las revoluciones acercándose a su lado más blues y psicodélico, es cuando aparecen instantes siempre tan mágicos como ‘Slow Motion Countdown’ y esa ‘Breathe In Breathe Out’ al que solo le faltó un teclado de fondo para invocar el espíritu de The Doors. Dentro de su frialdad, se vio a una banda contenta y más comunicativa con el público que en anteriores visitas, reflejando que ahora mismo se encuentran en un momento dulce a nivel interno. Si encima el repertorio acompaña (solo eché en falta alguna representación de su debut, como ‘Evil Ways’ o ‘Thin Line’), el bolazo está garantizado.

Foto Graveyard: Blanca Gemma Fuerte

Y es que el modo en el que empalmaron un tramo con ‘An Industry Of Murder’, ‘Hisingen Blues’, ‘Goliath’ y ‘From A Hole In The Wall’, con el bajista Truls Mörck al micrófono, nos noqueó con rotundidad. Como si para ellos fuera un juego de niños. Incluso Joakim Nilsson volvió a exhibir ese feeling arrebatador en otro baladón como ‘Unconfortambly Numb’ del monumental Hisingen Blues con el que nos conquistaron en su día.

Después de la retirada momentaria de protocolo, acabaron bien arriba enlazando ‘Walk On’ y ‘Ain’t Fit To Live Here’ (ese redoble inicial sigue levantando a cualquier audiencia), siendo una obligada ‘The Siren’ la encargada de mecernos gracias a sus subidas y bajadas. No vino a vernos un demonio esa noche, como dice la canción, sino unos Graveyard a los que ya dábamos casi por perdidos y que felizmente se han (hemos) recuperado para la causa.

 GONZALO PUEBLA